lunes, 31 de octubre de 2011

DE LAS AFECCIONES PULMONARES, Y DE SUS EFECTOS EN EL LIBRE DISCURRIR DE LOS ACONTECIMIENTOS.


Una vez más, llevado por esa extraña fuerza basada todo hay que decirlo en la convicción de que de la lectura de lo escrito por los rivales, emanan mejores displicencias de cara al desarrollo de los razonamientos propios, es por lo que me enfrento a la lectura del espacio, no lo llamo columna porque de ello se derivaría ofensa hacia la etimología estructural del término, que ese maravilloso diario le cede puntualmente al Sr DRAGÓ.

De la sorpresa que inicialmente suelo sentir una vez que las postrimerías del primer párrafo me producen, paso en esta ocasión a la indignación. Fíjense en el estado hacia el que me ha conducido la burla que hoy nos ha regalado, que la incredulidad me ha llevado a dedicarle no sólo más tiempo del deseado, sino que abiertamente he necesitado de una segunda lectura completa para poder valorar en su justo precio la cantidad de barbaridades morales que hoy trascendían de lo dicho en el hueco.

En medio de lindezas lúcidas habituales, de peticiones ya para nada encubiertas del voto, y de otras salidas de pata de banco a las que por otro lado nos tiene acostumbrado aquél que, por primera desiderativa se aplica, como tantos otros, el derecho a inmolar en el altar de la Razón aquellos y estos argumentos los cuales son dignos de estar sometidos al juicio de la aburrida ya, por traída y llevada Libertad de Expresión; vemos hoy superado con creces el límite de lo estrictamente aceptable, al encontrar afirmaciones categóricas del tipo de que las cuatro siglas, a saber las del PSOE, son hoy en día responsables de la debacle de España, como en su día lo fueron, por sus denodados esfuerzos, del inicio de la Guerra Civil.

Estimado Sr. De parecida cuando no de igual manera que usted, y los que son como usted, se rasgan las vestiduras aduciendo que vivimos en un Sistema en el que los Terroristas se aprovechan de los vacíos, para obtener privilegios, es la tesis que traigo hoy a colación para sonrojarme de que usted, y personas como usted, se solacen de la Democracia, y de los privilegios que esta comporta, para poder escribir cosas como esta.

Creo en cualquier caso que no es necesario les indique a usted, y a los que son como usted, quiénes fueron los que no tuvieron más paciencia para salir a la calle a pegar tiros, en pos de ésta, su España, la cual reclaman con tanta fuerza de nuevo.

Así que Sr DRAGÓ, gracias, de verdad. Su existencia, la de usted y la de personas como usted, nos proporciona argumentos en base a los cuales seguir cimentando la tesis de que España no se merece a rellenadotes de hueco como usted, ni a aquéllos que, estando por encima de usted mueven los hilos destinados entre otras cosas a que usted vea cumplido, el próximo día 20 de noviembre, el que sin duda es su más público deseo.

Como me ha dicho un buen amigo esta mañana Y tú me llamas Facha, cuánto mejor estaríamos si todos ellos fueran como dices que soy yo.

Pd. De verdad, lean en EL DIARIO EL MUNDO, las palabras objeto del presente.

Luis Jonás VEGAS VELASCO.


viernes, 21 de octubre de 2011

DE UN NUEVO AMANECER, DE CUANDO LA ESPERANZA DEJA DE SER EL CAMINO, PARA CONVERTIRSE EN LA ELECCIÓN.


La agonía de las últimas luces se ve prolongada por la presencia de las últimas sombras del día que, aturdidas por la aparición de las primeras farolas, desdibuja el asfalto dando paso a figuras espectrales, rocambolescas…fantasmagóricas en cualquier caso.

El toque de duelo procedente de la campana de la Iglesia, compite con ventaja, aunque sólo sea histórica, con el sonido procedente de la grabación que suena, con facciones inhumanas, anunciando la llegada de cada nueva hora, procedente en este caso del otro símbolo del poder, en este caso más o menos laico, como es el reloj ubicado en la espadaña que se cobija a duras penas entre los tejados, ostensiblemente más bajos y humildes, de las casas que, junto al Ayuntamiento configuran la plaza que bien podría ser de cualquiera de nuestros pueblos.

Un niño asustado, a medio esconder tras el bisillo de la cortina, espera un día más la llegada de la inexorable oscuridad. Con la mirada, le pide a su madre que le proteja de la noche. No sabe muy bien por qué, sólo es consciente de que la oscuridad, lo desconocido, le sumen en el lento tedio del miedo, en la inexorable angustia que precede al pánico.

Y si el deseo del niño de salvar la oscuridad gracias a la acción de su madre, se nos antoja bonita tan sólo en el contexto en el que la protección de una madre puede serlo; entendida dentro del juego de la apuesta de esperanza que la idílica imagen nos reporta.

Y llega el alba. Los incipientes rayos del abrumado sol de octubre inician un día más su lenta danza encaminada a hacer desaparecer a aquéllos, sus enemigos, los que se empeñan en impedir que su gratificante acción llegue al suelo, calentándolo, enriqueciéndolo; y que en esta ocasión adoptan la forma de brumas tumultuosas.

Sin embargo, en esta ocasión algo nuevo se mece en el ambiente. Todos sabemos que algo no por deseado, Menos importante, ha ocurrido definitivamente, postergando en nosotros, como el sabor que deja en nuestra boca la última onza de chocolate, el dulzor propio de los grandes momentos.

Porque, en definitiva de eso se trata, de certificar explícitamente la consecución de un gran momento, de algo eternamente soñado, de algo por todos deseado.

Porque si, hoy es el primer día en el que ya han nacido niños libres de esa marca, de ese estigma en el que para la sociedad española se había convertido ETA. Hoy nace una generación para la que el conocimiento del miedo, del terror, y lo que es incluso más dañino, de la desconfianza en los que te rodean, será tan sólo objeto de estudio a través de lo que figure en los libros de Historia.

Hoy ha comenzado a nacer la primera generación totalmente libre que este país conoce desde 1959.

Y eso constituye, en sí mismo, un hecho digno de ser festejado. Secundando la propuesta que desde la mejor de las voluntades hizo ayer alguien, hoy debería ser fiesta nacional porque, ¿Cuánta gente va a poder decir a lo largo de su vida que ellos fueron testigos de la disolución de una Banda Terrorista?

El tiempo, en su vorágine, lo absorbe todo, dilapidando incluso aquello que constituye la base y fundamento de la condición humana. Me estoy refiriendo al componente sentimental del Ser Humano. Aquello que nos reporta nuestra condición de personas, lo que en definitiva nos hace ser lo que somos.

Y de ello somos testigos hoy mismo. La velocidad con la que han transcurrido los acontecimientos, ha dejado sin capacidad para reaccionar a muchos cuya reacción precisamente nos resulta imprescindible analizar a aquellos que necesitamos de las mismas para confeccionar un marco de suposición y de posterior acción.

Por ello, llegados a este extremo, por otro lado tan deseado, no seremos nosotros quienes acompañemos con nuestras palabras, o incluso con nuestros silencios, a los que sin duda siguen con el paso cambiado, hasta el punto de sentirse mal porque su cojera no es el denominador común del nuevo paso que embarga ahora a España. Otro momento, y otro lugar, recogerán más pronto que tarde esos discursos.

Luis Jonás VEGAS VELASCO.

Día N+1 del fin de ETA.


miércoles, 12 de octubre de 2011

DE LOS CALORES PROPIOS DE JULIO, Y DE LAS PASIONES QUE DESPIERTA.


Resulta evidente, que las fiebres y los calores que nos rodean y se empeñan en mantenerse con nosotros, pese a propios del mes de julio, deben de tener necesariamente alguna clase de influencia en la mentalidad de aquellos que, bien por aprendices de brujo, o simplemente por constituirse en salvadores de la patria, deciden sobre la obra, vida y milagros, de aquellos sus coetáneos que desgraciadamente para ellos comparten tiempo, cuando no ubicación geográfica.

Desde aquél catorce de julio de 1789, en el que un nutrido grupo de famélicos, eso si encabronados franceses decidieron lanzarse románticamente contra La Bastilla, poniendo en evidencias las miserias de un Sistema que no sólo por absolutista, sino principalmente por estar en manos de un beodo político; se hacía pedazos; hasta un dieciocho de julio en este caso de año más cercano, y a la sazón y por proximidad más infausto recuerdo, en el que un aprendiz de caballero español decidió que un grupo de desarrapados, a saber y tal vez los perro-flautas del momento, no iban a mandar sobre él, podemos citar un sinnúmero de acontecimientos cuyo fin no podemos citar con precisión, aunque sí podemos ubicar su principio, julio.

Y en julio nos hemos quedado estancados, y para más señas, con Alemania de por medio. Desde que en julio de 1521 un jovencísimo Carlos I de España, (Y V de Alemania), pusiera pie en tierra, los designios de España y Alemania han estado entretejidos por la misma secuencia, la que marca la construcción de Europa y su proyecto, un proyecto que, para bien o para mal siempre ha estado cifrado según el código que estas dos potencias han marcado.

Europa nació siendo un proyecto económico ( no en vano Carlos fue nombrado Emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico a golpes de los Kilos de oro que se cargaron desde las Cortes,) sin embargo, hubo de ser a través de Felipe II, probablemente el gobernante que, a pesar del tiempo transcurrido, mejor ha sabido comprender la valía del proyecto europeo. Fueron en este caso los problemas de intransigencia religiosa, ubicados de nuevo en Alemania, si bien con la participación de por las todavía entonces colonias de Países Bajos, con la crisis de los hugonotes, los que desestabilizarían Europa. Si bien, la rápida e incuestionable reacción del monarca en pos de garantizar la valía y la vigencia del proyecto, no dejó lugar a dudas sobre el proceder que se debía seguir al respecto, ni en aquél lejano pasado, ni en potenciales futuribles. Y de nuevo para ello fue imprescindible dar un toque de atención a Alemania, y de paso regalar un cogotazo a Inglaterra y a Francia, que tomaron cumplida nota por aquello del aviso a navegantes.

Y por eso hoy, observamos con el desasosiego del abochornado, y con la congoja del que ya no tiene ganas de más, el espectáculo por el que se subastan el proyecto europeo.

Que Europa renaciera al presente a través de un acuerdo comercial, aquél vetusto Benelux con el que Bélgica, Holanda y Luxemburgo jugaban a cicerones, fue algo impresentable. Y por impresentable no podía hacer sino empeorar con aquella reunión la que dio paso al Pacto de Roma, que aparentemente saldaba todas las deudas, incluidas las futuras.

Acciones como esta devolvieron la esperanza de que el proyecto Europa recuperase en algún momento su transfondo social, ese que nunca debió perder; sin embargo, maniobras como las de Maastricht, y más concretamente el marcado giro hacia la exclusividad económica, pronto nos hicieron comprender que la teoría europea había sido pervertida para siempre.

Y así estamos hoy. Narcotizados, sodomizados. Sumergidos en una vorágine de autocastigo, en la que el exceso de culpa, nos hunde en la miseria del pavor. Nuestro horizonte de sucesos se estrecha peligrosamente, impidiéndonos ver más allá de dos palmos, que es en realidad la distancia desde la que están llevando a cabo sus cambalaches aquellos que, una vez más se reparten los despojos del cadáver que ellos han ayudado a matar.

Porque eso es lo que han hecho, unos, y otros. Desde el FMI, hasta el BCE, pasando qué duda cabe por la Cancillería del Reich, (huy, perdón, de la Alemania Reunificada) la cual, a través de la acción, o lo que es peor de la falta de acción de una nueva Dama de Hierro que decide sobre la nueva forma de muerte de Europa; consiente con ojos misteriosos, la caída de aquello que, como uno de sus predecesores, de recuerdo funesto, nunca fue capaz de calibrar. No seré yo quien diga que se está cobrando las deudas de los rencores de su particular Tratado de Versalles.

Y mientras, Estados Unidos de América. ¿Alguien puede decirme si el que fuera el último dinosaurio del planeta era consciente de que tras él, sólo quedaba la extinción? De lo que no me cabe duda es de que con la más que pronta caída de EE.UU. se cierra de manera definitiva una manera de hacer política, una manera de comprender el mundo. Europa, paladín del Capitalismo, entrega la cuchara. Que nadie se confunda, tanto el país, como lo que es mejor, la forma de concebir el mundo, que es lo que en definitiva representa, languidecen, heridos de muerte, comprobamos como China, y los miles de millones de dólares americanos que tiene en sus arcas, no necesitan actuar, ni en uno ni en otro sentido. Nunca mejor dicho, les basta con esperar. Aunque esperan creciendo a un ritmo de crecimiento del 9,5%, tal y como confirma el estudio del segundo trimestre del presente 2011.

En definitiva, el cambio prometido ya está aquí. Como en el cuento de la vieja y la cebolla, que cada cual vaya haciendo recuento de sus acciones, porque el Capital ha sido sentado en el banquillo, y su juicio se acerca y es inminente, a pesar de todo, eso es algo que me produce profunda satisfacción.

Luis Jonás VEGAS VELASCO.