martes, 21 de diciembre de 2010

QUIEBRA DEL CAPITALISMO. CAPÍTULO PRIMERO, LA ECONOMÍA.

DE CUANDO LA PERVERSIÓN ALCANZA EL GRADO SUMO, EL MEDIO DESCAVALA A EL FIN, SOMETIÉNDOLO DESPUÉS.



Esta y no otra debe de ser la actitud que nos inunde llegado el momento de analizar con la objetividad que proporciona la perspectiva, el papel que han ido jugando, uno detrás de otro, los elementos que han conformado el desarrollo, auge y posterior declive, de este nuestro modelo, que hemos dado en llamar Sistema Capitalista.


Sin embargo, burdo sería empeñarse en buscar las causas de tal declive fuera de él mismo. O dicho de otra manera, el Sistema Capitalista era aparentemente tan perfecto, que sólo en él y nada más que en él, podemos encontrar uno por uno, y si se nos apura casi ordenados, todos y cada uno de los elementos que han provocado su decadencia definitiva.


El Sistema Capitalista es perfecto. O al menos eso han bramado desde sus respectivas tribunas políticos de todas las edades, lo que más o menos debería indicar que de todas las ideologías, y de todas las naciones modernas en los últimos cuarenta años.

Pero la realidad no era ni mucho menos esa. La realidad era otra mucho más lacónica, mucho menos entusiasta. Para un mundo que acababa de salir de su mayor drama, la Segunda Guerra Mundial, nada podía ser más prometedor que el hecho de que un grupo de paises, reunidos en una comferencia, más alla de la de Yalta, fueran capaces, además en un tiempo récord, de diseñar un sistema que parecía no sólo válido, sino que además parecía ofrecer visos de durabilidad.


Sin embargo, el Sistema Capitalista adolecía de multitud de contradicciones la aparente certeza de sostenibilidad no era sino una falacia que, al igual que por ejemplo las "Vías Tomistas", partía de aquello que quería demostrar, para acabar demostrándolo a partir del uso inteligente de un aparente sistema científico. Así, si en el caso de Tomás de Aquino este cuenta con la debilidad del Hombre para demostrar la necesidad de la existencia de Dios a partir de apuntar en este Dios todo lo que por otro lado le niega al Hombre, el Capitalismo desata un nuevo Leviatham, el dinero, como respuesta a todas las preguntas.

Y es así como el Sistema, de manera implícita, va ganando en audiencia. De forma parecida a como funcionan las estafas piramidales, los paises que van entrando poco poco después de aquella primera reunión en la que se hicieron las primeras concesiones dramáticas, tales como la aceptación del "Billete Verde" como modelo de cambio; van recibiendo a modo de beneficio lo que procede de los primeros pagos efectuados por los agentes incursores.

Y el cuento crece y crece, no solo en volumen, sino incluso en magnitud. Y la nueva Religión ha de vender su propio alma al nuevo demonio, La Banca. La Banca, un ángel surgido del propio cielo que en apariencia era el Capitalismo. Un ángel caído en desgracia que ahora, pasa por caja para cobrarse sus intereses.

Toda esta situación no es nueva.Incluso podría decirse que era previsible. Por ello, me permito rescatar del baúl de los recuerdos una serie de escritos que vieron la luz, con mayor o menor fortuna en 2005. Hoy, desgraciadamente, no solo el tiempo les ha hecho ganar en objetividad, sino que casi les ha devuelto el tacto de actualidad.

Espero que los difruten, y que sirvan de algo.

Luis Jonás VEGAS

DICIEMBRE DE 2010.


LOS PILARES DE LA TIERRA, CUARTO PILAR: “LA ECONOMÍA”


No perdáis tanto el tiempo contando vuestra fortuna; ya habéis pervertido bastante vuestra existencia y vuestra vida desperdiciándolo en ganarlo.”


Así podemos enfocar el comienzo de lo que supone el cuarto y último de lo que hemos dado a entender como procedimiento para explicar de forma sencilla y somera, cuales han sido, a lo largo de la Historia, concepciones básicas y comunes, que han supuesto denominadores comunes en el devenir del Ser Humano y de las Sociedades.


Cuando M. Engels publica “El Origen de La Familia, de La Propiedad Privada y del Estado.” México, Fondo de Cultura Económica; describe tanto los elementos como los procesos básicos que pondrán de manifiesto el más revolucionario de los procesos sociales que el hombre ha conocido, La Economía.


Atendiendo y aceptando los principios básicos de la Antropología Social como válidos, resulta que el hombre, en su proceso evolutivo, se mantiene “socialmente equivalente” a lo largo de las tres cuartas partes del proceso. Sin embargo, en la recta final de éste proceso se desencadenan una serie de acontecimientos revolucionarios que acaban por disgregar a la Sociedad dando paso a la concepción individual y autónoma que por separado cada hombre tiene. Cada Sujeto adquiere concepción de su propio valor en tanto que es un ente diferenciado, y a partir de ese momento empleará toda su vida en manifestarla y reforzarla públicamente.


El fenómeno de la Propiedad Privada adquiere valor por sí mismo, extralimitándose y superando el rango que le confiere el hombre como creador del mismo, hasta el punto que éste sucumbe a las promesas que el sentido de la privacidad alberga: la propiedad genera diferencia, y la diferencia se identifica con el único sentido del poder.


Poder y Diferencia, que en definitiva no albergan sino la necesidad del hombre de desvincularse de lo común, de alejarse de las grandes concepciones globalizadoras para reconocerse a sí mismo. Sin embargo, para dar este paso con seguridad, sin correr el riesgo de avanzar con las dudas y los trompicones propios de la falta de previsión, se gestan sistemas ideológicos varios, cuya esencia de pensamiento estriba no ya en marcar las directrices de los hombres entre sí, sino que esto se ve suplantado por un conjunto de ideas que regulan la relación del hombre con sus semejantes …en función de su Capacidad Económica.


El resto se ve venir sólo. Concepción de Sistemas Ideológicos cuyas ideas son juzgadas a partir del resultado económico que promueven ¿Capitalismo? ¿Comunismo?. Elaboración de esquemas vitales y judiciales coherentes con los anteriores sistemas ideológicos ¿Justicia distributiva? ¿Justicia Retributiva?...


Asistimos en definitiva al mayor fenómeno de macrofagia social de la Historia. La Economía, un medio, un instrumento de la Sociedad concebido para reforzarla, acaba por desvinculares de ésta, y de sus participantes, convirtiéndose por sí misma en un fin, que a veces lleva a los individuos compositores de esa Sociedad a perder la cabeza.

Luis Jonás VEGAS.

Marzo de 2005



jueves, 9 de diciembre de 2010

DE CUANDO NO NOS RECONOCEMOS EN NUESTROS ACTOS ...


DE LA NECESIDAD DEL RETORNO AL PASADO, PARA REPLANTEAR EL PRESENTE, O PARA DECIDIR SOBRE EL FUTURO. (NUESTRA POSICIÓN RESPECTO DE ELLO.)


Decía un antiguo proverbio Árabe que a menudo, dar un paso atrás no es síntoma de retroceso, sino la acción del hombre prudente que comprende que tan sólo apoyando sus pies con fuerza en el terreno que ya conoce, será capaz de obtener la solvencia suficiente que le garantice el impulso necesario. Dicho en Román-Paladino, sólo retrocediendo se consigue el impulso necesario para avanzar.


Ante semejante tesitura, resulta sencillo comprobar como a menudo, aquello que conseguimos con nuestras acciones no sólo no se parece a lo que perseguíamos, sino que incluso puede llegar a contradecirlo. Así, puede que nos resulte hasta difícil reconocernos en nuestras acciones. Y si esto es evidente en las acciones, que por definición constituyen una realidad por ende constatable, imaginemos qué puede pasar cuando nos adentramos en el brumoso territorio de las ideas...de las teorías.


A menudo, resulta sorprendente comprobar cómo funcionan las cosas. Así, podemos sorprendernos a diario viendo cómo los silencios más profundos, poseen en realidad los discursos más expresivos; o cómo la palabra más sencilla encierra en definitiva las decisiones más trascendentes.


En todos estos casos, un denominador común encierra la única respuesta que se puede buscar en aquellas preguntas que quedan por hacerse. Sólo el análisis de los hechos, llevado a cabo desde la perspectiva que da el tiempo, es un método eficaz, aunque no infalible, para acercarnos a la veracidad de los hechos no constatados, sino sencillamente experimentados.


Cuando las situaciones descritas se presentan, constituyen en sí mismas no un hecho preocupante. Sin embargo, analizadas de manera coordinada con el resto de situaciones que seguramente componen nuestro día a día, se muestran como la más firme y contundente llamada a la hora de entender que, indudablemente algo peligroso está ocurriendo.

Cuando uno llora por añoranza, su llanto tiene un origen constatable en algo que, si bien se ha perdido, sin duda se disfrutó en algún momento. Cuando te lamentas por algo, lo haces no del hecho sino de las consecuencias que el mismo tiene o puede llegar a tener en lo que te rodea de forma más o menos próxima.


La verdadera desesperanza de hace patente cuando ni tan siquiera eres capaz de identificar la fuente de tus desdichas, o el origen de tus resquemores. Cuando sencillamente tienes una marca física en el hombro, señal del golpe; y una imborrable en el corazón, como claro síntoma de la aceptación de la derrota.


Por cosas como esta, o más concretamente aquellas situaciones que las han motivado, es por lo que he estado lejos, fuera del mundo en cierta manera. Como Ulises, cuando necesita marchar de Ítaca, para comprender la relación que en realidad le une a ella. Para comprender el inequívoco hecho de que los destinos, a veces, es cierto que discurren en apariencia siguiendo sendas diferentes, para acaba luego convergiendo en una única realidad, que no es más real porque podamos así determinarlo, sino porque, implícito en su condición de verdad, va el hecho de que nada puede ni debe alterar semejante hecho.


Luis Jonás VEGAS VELASCO.



lunes, 29 de noviembre de 2010

ELECCIONES CATALANAS, UN RESULTADO PRESENTE DESDE LA ÓPTICA DEL PASADO.

Una vez que los ecos de las recientes elecciones al Parlamento de Cataluña se han apagado, o al menos han quedado notablemente rebajadas en su intensidad por ese otro ejercicio de independencia que es en lo que aparentemente se ha convertido el partido de fútbol que a estas horas ya ha debido de finalizar, y que como todo el mundo sabe enfrenta a los equipos del F.C Barcelona y Real Madrid; hemos de comenzar a analizar con perspectiva los hechos que han acaecido.

Ablando ahora en serio, nadie dijo que las cosas hubieran de ser fáciles. Además, hablando del Asunto Catalán, las cosas lo son todavía menos si cabe. Sólo así parece poderse entender el único hecho que, a estas alturas, parece incuestionable, el ascenso del Centro Derecha, si es que este apelativo es aceptable en la escena política española.

Así, la recuperación del poder por parte de CiU, es algo que, en la medida en que responde resultado del sufragio emitido por el pueblo, no ha de merecer cuestionamiento al respecto alguno. Sin embargo, el hecho de que en la misma cita electoral el Partido Popular obtenga sus mejores resultados en Cataluña, es algo que convierte este hecho en algo cuando menos comprometido en el caso de quererse analizar con los mismos elementos de juicio que el apunte anterior.

Y es que, el Partido Popular no es sino aquél que, allá por las calendas de 2005 llevó ante el Tribunal Constitucional la cuestión de la legalidad del Estatuto Catalán, aquel por otra parte que ha marcado los últimos meses de la política en España, y sin duda los de Cataluña.

Por ello, acompáñenme si quieren, en un viaje al pasado, un viaje a hace cinco años....

ESTATUTO CATALÁN: UNA NACIÓN MÁS, ¿UN PAÍS MENOS?
Por Luis Jonás Vegas



Esa no es sino la duda desde la que planteamos el presente, tras comprobar los efectos causados por la todavía no lo olvidemos propuesta de modificación del Estatuto de Autonomía de Cataluña, en tanto en cuanto que todavía no se han diluido del todo los tambores de guerra que cada vez con más fuerza hacen resonar los dirigentes del P.P, bien sean éstos entonados por medios propios, por ejemplo a través de esa campaña que va a costar alrededor del ......

....medio millón de Euros, los cuales, no lo olvidemos, pagaremos entre todos; o a través de métodos menos directos, como puede ser dotando de carnaza, eso sí, en este caso una buena pieza, a la densa red de prestidigitadores orales y chambelanes de corte resentidos que se pasean aún hoy por determinados medios de comunicación arrastrando sus miserias en forma de inquina por no poder encajar que, esta vez sí, han perdido, a pesar de que sigan buscando “viejas batallas” desde las que resucitar o encumbrar a “los héroes” ¿de la nueva España?

Una vez superada, si es que en éste caso no es demasiado pedir la connotación política, nos encontramos con que, en base a la Constitución Española, que rige a todos los españoles y cuyos contenidos se materializan en los Estatutos Autonómicos, incluido el Catalán; y a la interpretación histórica, varios han de ser los elementos que entren en juego a la hora no ya de promulgar, sino que será suficiente con promover, una revolución Social y Política del calado de la que hoy nos ocupa. Estos elementos deben ser al menos motivación, contenidos y, por supuesto, objetivos.

En el caso de la motivación, indiscutible para cualquiera que analice el problema desde el prisma de la objetividad, y sin apasionamiento, es evidente que es lo que sobra. A nadie se le escapa que hay pocos lugares en el mundo, y por supuesto dentro del Territorio Nacional ninguno, en el que tan arraigado esté la conciencia de pertenencia exclusiva a la nacionalidad derivada de su territorialidad.

Sin embargo, y como hecho relevante y no por ello menos curioso, observamos como esta motivación, que se supone en la mayoría de los fenómenos sociales el mayor agente de aportación de beneficios, se convierte, en el caso del problema catalán, en su mayor lastre, ya que a la mayoría de españoles les molesta sobremanera que el ciudadano catalán se defina como tal. El motivo, a muchos de esos españoles les gustaría poder gritar con la misma fuerza con la que lo hace el catalán, su condición de españoles. Como resultado, de nuevo el quiero y no puedo que tantas veces ha perseguido al habitante de España a lo largo de la Historia, se repite.

Los objetivos, alimentados y consecuencia de esta motivación, aparecen por ende no menos claros. Lograr la Autonomía en el más amplio de los conceptos que este manido término conlleva. Liberarse, aunque suene lamentable, de la “asimilación española”, que para ellos supone el formar parte de una Nación con la que no se sienten identificados.

Y, por último, aunque a mi entender formando la parte fundamental del entramado, los contenidos. Nadie puede pensar que un fenómeno del calado del que nos ocupa se gesta en un día, o se argumenta desde la potencial cabezonería de un grupo de iluminados.

Para que un movimiento como el tratado tenga visos de fructificar, ha de llegar al pueblo, asentarse en todos los estratos sociales que lo conforman, dar a cada uno de ellos la parte que quieren recibir, o al menos permitirles escuchar lo que quieren oír, y finalmente ser capaces de tejer una estructura lo suficientemente tupida como para aguantar los envites de la Historia.

Porque en el caso Catalán se han logrado estos objetivos de manera tan evidente, por dos motivos fundamentales: Se han ganado al pueblo para que luche por ello, y tienen elementos Culturales e Históricos que argumentan sobradamente ésta lucha.

Respecto a la veracidad de la primera afirmación, parece evidente que el “movimiento catalanista”, por llamarlo así, tiene, a efectos de lucha social, mucho terreno ganado de partida ya que, tal y como la historia se empeña en demostrarnos continuamente, será aquél que disponga de la fuerza que aporta la clase social más numerosa, la productiva, el que se asegurará la salvaguarda de sus intereses ya que será esta clase social quien garantice la vuelta a la normalidad y la redefinición de las estructuras una vez reconstruido el orden.

En lo que concierne a lo segundo, y citando de memoria, son elementos tales como la tenencia de una Lengua propia, sustentada en un Literatura y en una Historia de la Literatura lo suficientemente reconocida, con autores de renombre que publiquen sólo en esa Lengua; unido todo ello a la existencia de rasgos diferenciadores respecto al grupo mayoritario, a la vez que identificadores del grupo minoritario, los que identifican la presencia de una Cultura. Por ello, parece de sentido común reconocer que Cataluña tiene una Cultura, en el amplio sentido que la palabra adquiere, propia respecto a la del resto de miembros de España.

Lejos de empujar hacia las repercusiones que para los catalanes, y potencialmente para el resto de españoles puede tener la aprobación del Estatuto Catalán, el objetivo del presente es advertir de las nefastas consecuencias, en este caso innegables que puede tener el hecho de “obcecarse de manera irresponsable en tratar de impedir a cualquier precio su aprobación.” Así, partidos de calado y de trascendencia “nacional”, deberían manifestar más cuidado y respeto hacia los ciudadanos de toda España a la hora de referir sus estrategias, algunas de ellas de marcado carácter revisionista y segregacionista, antes de emprender una loca carrera enarbolando el cartel del todo vale, empeñados en demostrar una ficticia unidad de España en la que ya sólo pueden creer los mismos que hace setenta años se empeñaron el “imponer su liberación”, aunque para ello tuvieran que pasar por las armas a los que cometieron el error de mirar a España con unos ojos diferentes que los suyos, incluido un Presidente de Generalitat.

Una vez más el problema no radica en la excesiva velocidad del tren del cambio motivado por algunos, sino en el excesivo lastre del inmovilismo que algunos se empeñan en arrastrar. Curioso resulta que alguno de éstos, intente argumentarlo desde la legitimidad de una Constitución en la que no creen, y que en el mejor de los casos consideran la “menos mala” de las soluciones a ese problema que tuvo a España, a la suya y a la de todos, cuarenta años atrapada en el barro del inmovilismo y el oprobio.

LUIS JONAS VEGAS
La Adrada, octubre de 2005


miércoles, 24 de noviembre de 2010

QUIEBRA DEL CAPITALISMO. PRÓLOGO.

DE CUANDO AL FINAL, PARECE QUE TANTO TIEMPO NO HA SERVIDO EN REALIDAD PARA NADA


Una vez más, la realidad se empeña en poner de manifiesto aquello que no hace sino permitir nos cuestionemos el nivel de “verdadera realidad” con el que está dotado este nuestro mundo, aparentemente siempre tan controlado, y dependiente de tan pocas “variables indeterminadas”.


Atendiendo a estos planteamientos previos, y en caso de mostrarse aquiescentes con los mismos, hemos de acertar, por paralelismo conceptual, que el día a día no parece sino tener el único principio vital de convencernos, a cada minuto pasa, de que el tiempo que nos ha tocado vivir, no es sino un momento dramático en términos sociológicos ya que, no solo no somos competentes a la hora de entender la realidad, sino que, y eso es lo más penoso, tampoco lo somos a la hora de diseñar los principios conceptuales que nos permitan aceptar en su verdadera dimensión tanto los cambios, como la nueva realidad que de los mismos se deriva.


De esta manera, renovación estructural, nueva realidad y globalización, han superado a estas alturas cualquier tamiz que les confiriera condición de idea o de concepto, para pasar a ser causa de choque frontal diario entre la Realidad Dinámica y Cambiantes que nos ha tocado vivir, y ese mundo de aparente ensoñación en el que todavía hoy algunos se empeñan en ubicarse, y contra el que cada mañana ya los informativos matutinos se empeñan en enfrentarnos.


Y lo peor de todo no es eso realmente. El verdadero drama reside en el hecho de que la placidez con la que hemos afrontado los últimos años, llenos de autosatisfacción y milongas, a la par que carentes de cualquier capacidad de autocrítica a partir de la cual activar un proyecto con aparente capacidad de plan b, se ha visto completamente desahuciada de origen, en la medida en que somos del todo incompetentes a la hora no ya de generar soluciones, sino incluso llegado el momento de concebir que, de todas todas, tenemos un problema, y de los graves.


Y en medio de todo este ruido, aquellos que siempre lo provocaron, porque son los que siempre lo provocan todo, deciden que ha llegado el momento de poner en marcha una nueva revolución, una revolución sorda, que igual se nutre de religiosos fanáticos capaces de inmolarse en una Mezquita con un cinturón de explosivos; mientras que a cientos de kilómetros la misma voz, esta vez por teléfono ordena la compra de Deuda Pública de un País con fines de especulación.


La máquina se ha puesto en marcha definitivamente, no es la primera vez que lo hace; de hecho lo hace periódicamente. Sin embargo en esta ocasión cuando pare, el resultado final no va a ser constatable ni tan siquiera para ellos. ¿Quién será entonces el responsable de ponerle de nuevo el cascabel al gato.?


Sin otro pareces, salvo aprovechar la ocasión que se me brinda para ofrecerle cumplida constancia de la más sincera de las consideraciones, se despide atentamente.

Luis Jonás VEGAS VELASCO

NOVIEMBRE 2010.

sábado, 13 de noviembre de 2010

DE HISTORIA, PODER Y TIEMPO.


Es curiosos como la Historia, en su intransigente divagar encadenada de manera inexorable al paso del Tiempo, nos sorprende a veces con efectos y fenómenos que parecen querer romper esa fructífera unión, logrando con ello la aparición de episodios que nos recuerdan tiempos pasados, o que incluso parecen más propios de otras épocas, en principio superadas.


Basta un ligero paseo por las Crónicas de la Historia, paseo que sin duda será mucho más provechoso si no nos limitamos a citar las fuentes de los vencedores, para comprobar como desde siempre, los poderosos han visto como su poder se consolidaba no a base de mostrarlo y manifestarlo, bien con ejercicios de suntuosidad, o con muestras de autoridad; la verdadera consolidación del poder se conseguía asentando en el dominado la convicción de que su estado natural era el de permanecer bajo el yugo del dominador, fuera éste laico, un señor feudal, o religioso, un señorío clerical.


Una vez asentado este poder, había que hacer uso de él. Se trataba de manifestar ante el resto de iguales, en tanto que se consideran enemigos potenciales, la magnitud del poder alcanzado. El poder de un Señor Feudal no se basaba tan sólo en la extensión de las tierras que poseía, sino también y fundamentalmente, en el número de vasallos sobre los que ejercía su dominio.

La relación de vasallaje, piedra angular de la época feudal a todos los efectos, al apoyarse sobre ella la en principio inestable pirámide social, explica cosas tan espectaculares como el privilegio que para un vasallo podía suponer morir por su Señor. ¿Podía caber mayor honor para un hombre convencido desde su nacimiento de su condición de siervo, desposeído tal vez desde la cuna de su propia condición de hombre en la más amplia acepción de la palabra; que el de morir en pos de aquel que justificaba de alguna manera su mísera existencia.? La respuesta la encontramos en fenómenos históricos como puede ser la Host de los Condados Catalanes, o el rebato, en las Cortes Castellanas.

Se entendía por la Host al conjunto de ciudadanos catalanes, era ésta condición “sine qua non”, que tenían el privilegio de, unidos bajo el pendón que les identificaba como pertenecientes a los diversos gremios de la ciudad, de acudir a pedir responsabilidades por la vía de las armas, sobre aquellos, nobles, señores, o incluso territorios extranjeros, que de una manera u otra habían podido ofender alguno de los privilegios que las ciudades catalanas tenían concedidos. Cuando alguno de éstos previos había sido infringido, la host era convocada al grito de “Vía fora”, grito que, como no podía ser menos, venía acompañado del incesante repique de todas las campanas de la localidad sobre la que se declarase. El júbilo con el que el hecho era acogido entre la mayoría de ciudadanos que creía firmemente estar luchando por su condición de ciudadano, no podía acalla el chirriante peso de la verdad, que no era otro que el de comprobar como, una vez más y como tantas otras, el vulgo, la plebe, lo más ínfimo del escalafón social de la época, luchaba y moría una vez más, y lo hacía de nuevo convencida de que era su deber, en condición ética, o tal vez como voluntad de Altísimo, para defender los derechos de un Sistema Feudal que permitía mientras al Señor Feudal mantener su posaderas calentitas al humor de las llamas de su chimenea en el Salón de Homenajes, mientras el común se partía la cara para conseguir a lo sumo y no siempre con suerte, ver como cambiaban un tirano por otro.


En la actualidad, los métodos han cambiado. Ya no se lucha en el sentido literal de la palabra, los señores feudales han cambiado sus medios de poder, aunque la mayoría sigue poseyendo ingentes cantidades de tierra, las cuales ya no valen en función de los kilos de grano que produzca, sino en función del Sector Urbanístico dentro del que queden recalificadas. El poder ya no se logra a base de controlar caballeros armados en las batallas, sino que se posee en función de lo involucrado que se esté dentro de los grupos encargados de generar opinión, o en base al número de influyentes que controles dentro de los círculos encargados de tomar determinadas decisiones políticas.


Sin embargo, hay una cosa que los nuevos señores feudales han copiado literalmente de sus predecesores de la Edad Media, cual es el seguir convenciendo al vulgo de lo inexorable de su condición. Existís para proporcionarnos nuestro poder, y si se ve en riesgo para defenderlo, aún a coste de vuestra condición de hombre libres. La Host y los gremios han sido sustituidos por movimientos asociativos encargados muchas veces de disimular las luchas intestinas de poder entre estos nuevos reyezuelos, encubriéndolas a menudo tras el aparente velo de legalidad que aporta la supuesta mayoría, una mayoría que a menudo se convierte en masa en tanto que encuentra en estos movimientos asociativos su única oportunidad para no pasar totalmente desapercibido en esta inexorable rueda que es la vida. Pero en definitiva, hagámonos una pregunta ¿Quién está casi siempre detrás de estos movimientos.? ¿Qué fuerzas mueven a menudo los hilos, con la aquiescencia unas veces, y desde el desconocimiento otras de esas Juntas Directivas que a tantas y tantas veces no disimulan sino a simples testaferros.? Hagámonos la pregunta sin miedo a respondernos que, pese a los años transcurridos, seguimos disfrutando con el placer de poder morir en guerras que no son las nuestras.


Y mientras, el Señor Feudal sigue en su salón del homenaje, afilando su cuchillo, contabilizando el grado de incremento que ha sufrido su poder desde el momento en que los vasallos le siguen jurando homenaje, y en definitiva, calentándose sus posaderas, mientras el vulgo continúa partiéndose la cara en batallas que nos benefician en nada, y que más bien le mantienen distraído de su verdadera obligación, que no es otra que la de identificar al verdadero enemigo, para comenzar a poner coto a sus fechorías.




Luis Jonás VEGAS VELASCO

viernes, 1 de octubre de 2010

DE LA BELLEZA DE LA DIPLOMACIA, A LA SINRAZÓN DESMEDIDA.


Esos son los sentimientos que atenazan con fuerza mi mente cuando observo como, el Ser Humano, una vez convencido de que ha de manifestar su diferencia respecto del resto de creaciones de la Naturaleza, se empeña en hacer de la sinrazón metódica, vestida de halo científico, la última y por ello a la sazón tal vez más excelsa de sus aportaciones al mundo.

Porque, qué otra posibilidad queda para comprender esto, para afrontar que, cuando parecía casi imposible emborronar aún más si cabe este bello ejercicio que en condiciones normales debería ser la política, pues no, todavía no se ha alcanzado el límite de la inmundicia. Todavía podemos superarnos.

“Todos a la Huelga”, gritan hoy sindicalistas desorientados, así como un sinfín de acólitos perfectamente orientados, o más concretamente orientados por la perspectiva que en este país tiene el “ansia de un carguito”.

Cierto es que hasta hoy, con la salvedad moral que proporcionan los artículos constitucionales 2 y 28; y una vez analizada convenientemente la Ley de Régimen Laboral de 1980, todos ellos preceptos legales de nuestro Estado, y que por ello no serán cuestionados por este que suscribe nunca, siempre me había resultado difícil explicar la existencia en España de unas estructuras como las sindicales que, si bien por lógica deberían estar siempre bien vistas en un país en el que la mayoría somos trabajadores, teniendo a la sazón sus arcas llenas en el mejor de los sentidos a partir de las aportaciones casi voluntarias de sus miembros, aquellos trabajadores a los que tan brillantemente guían en la infatigable lucha contra el opresor empresario; dan por el contrario una sensación de estructura demacrada deteriorada y decrépita que, tal y como he puesto de manifiesto, necesitan tener su existencia garantizada por Ley, a la vez que, y fruto sin duda de todo esto, necesitan subsanar sus inefables contabilidades con las aportaciones que, igualmente por Ley, llevan a cabo los mismos Gobiernos contra los que se manifiestan.

En una palabra, de locos, así que por favor, no intenten entenderlo.

Tal vez una vez más, en la Historia esté parte de la respuesta a este galimatías, en cualquier caso es tarde para intentar descifrarlo. Pero no por ello me resisto a una última reflexión ¿Si los sindicatos surgieron al hilo de la “Revolución Industrial”, qué sentido tiene su presencia en un país que todavía no ha vivido semejante hecho.?

Sin otro parecer, salvo aprovechar la ocasión que se me brinda para manifestarle cumplida constancia de la más sincera de mis consideraciones.

Se despide atentamente.

Luis Jonás VEGAS VELASCO.

martes, 7 de septiembre de 2010

UN PASEO POR LA HISTORIA.


Nos reencontramos una vez más, en estos no por recorridos menos sorprendentes peldaños de la Realidad, para comentar uno de esos hechos que, por sí mismos, permiten comprender, cuando no justificar de forma propia y consolidada, los hechos de la Historia, a menudo que incluso pronosticar sus eventualidades.

El paso del Tiempo es, en sí mismo, subjetivo, esto es, su análisis, y por demás su comprensión, aparece determinado de manera directa por las sensaciones que en cada uno de los interlocutores, han tenido los hechos asociados a los mismos. Por el contrario, La Historia es el resultado científico de un proceder Científico en el que, de manera inexcusable, el elemento básico sobre el que se trabaja es ese paso del Tiempo, visto desde las consecuencias que trae aparejadas. Así, dicho de otra manera tal vez más asequible, el Paso del Tiempo adquiere o pierde preponderancia en la medida en que los hechos que en el mismo se encuentran implícitos, afectan al interlocutor al que interpelamos. Por el contrario, La Historia habrá de proceder de manera más científica, más analítica, limitándose a llevar a cabo una fría y calculada, por ello pormenorizada, exposición de la serie de hechos sobre los que trabajemos, alejándose de las interpretaciones y, quedando insensible a las consecuencias que esos hechos desvelados puedan llegar a provocar en uno o varios grupos sociales según la transcendencia del hecho que sometamos a consideración.

Como en la mayoría de ocasiones suele ocurrir, todo lo expuesto hasta el momento puede incluso adquirir sentido si lo sometemos al prisma de la realidad, en este caso al que proporciona la interpelación sobre un hecho concreto. El 1 de septiembre de 1939, tropas uniformadas del Ejército de Polonia, atacaban puestos fronterizos de la vecina Alemania. Fruto de la respuesta armada que las tropas fronterizas alemanas dieron a la provocación y al ataque, se produjo una “invasión del Territorio polaco” que tuvo consecuencia la declaración real y definitiva de la Guerra.

Esta Crónica, que cumple a priori con todos los considerandos de objetividad y ecuanimidad exigibles a un contenido histórico, no puede, en pos precisamente de mantener intactos esos valores, entrar a juzgar si las tropas aparentemente polacas no eran en realidad sino soldados pertenecientes a la Wherma, esto es, trompas alemanas hábilmente disfrazadas y que cumplían órdenes específicamente dictadas por su Alto Estado Mayor, las cuales constaban expresamente en el atacar sus propios puestos de frontera con la orden de hacer el mayor ruido posible. Un Ruido de Sables que sin duda despertó aquél amanecer a toda Europa.

En parecida disyuntiva podemos encontrarnos si analizamos el ataque por parte de Japón a la flota americana amerizada en la Bahía de Pearl Harbour, a consecuencia del cual, los Estados Unidos de Norteamérica declaran la Guerra al Eje, dándose con ello la paradoja de que éste hecho desencadena el ascenso meteórico de los Estados Unidos en el Ránking de países productores en materia industrial, pasando del puesto 64 que ocupaba en 1935, al número uno que tendrá en 1947. De ahí, a la declaración del Dólar como modelo de medición hay un paso, y otro más para proceder al dominio del mundo.

En cualquier caso, y lejos de caer en el oscurantismo de creer en las conspiraciones; sí que creemos conveniente, de vez en cuando, llamar la atención sobre aquellas situaciones que pueden traer como consecuencia asumir como hechos históricos aquellos que en realidad no son sino meramente circunstanciales, comiéndose por el contrario el espacio que debería serles específico a otros que en realidad, el tiempo mostrará en toda su extensión y preponderancia.


Luis Jonás VEGAS VELASCO.

AGOSTO DE 2010

miércoles, 25 de agosto de 2010

DE ESTA TAMBIÉN SALIMOS.


Porque a nadie a estas alturas se le escapa ya que, esta Crisis, al igual que ocurre con la mayoría de las cosas aparentemente importantes de la vida, no se trata sino de la recreación en el escenario de la vida, de usa partida de ajedrez que previamente, a tenor de ese Poder que la manipulación de los recursos ha puesto en sus manos; juegan aquellos para los cuales todo lo que ha ocurrido, lo que ocurre, y por supuesto lo que ocurrirá, no responde sino a la concreción en la realidad del conjunto de variables que ellos han puesto en su teatro de operaciones.

Desde esta perspectiva, las cosas resultan menos dramáticas, más llevaderas por ello. Así por ejemplo, el sabernos parte de un plan perfecto previamente preconcebido, nos permite comprender ahora, con la perspectiva que da el paso del tiempo, ese curioso fenómeno que supuso la denominada Crisis Preventiva. Sí, sin duda saben a qué me refiero. Se trata de recordar ese curioso fenómeno que empezó a gestarse a mediados del dos mil siete, y en base al cual, los grandes potentados empezaron a generar un clima de duda y desconfianza en torno a la circulación de capitales, amparándose en esa frase ya famosa por conocida por todos. Ya saben, me refiero al tan traído y llevado: “…es que esto tiene que acabarse antes o después. La verdad es que tiene que explotar por algún lado.” Seguro que recuerdan a lo que me refiero. Se trata de la versión casera del concepto capitalista según el cual, “el método de creación de riqueza basado en la explotación del fenómeno de generación de beneficio a partir del consumo, tiene uno de sus límites en el momento en el que el excesivo reparto del Capital inversor, por ser finito, hace disminuir el gradiente que necesariamente ha de existir entre el poseedor de los Medios de Producción, y el Proletariado.”

En esencia, lo que ocurre no es sino que, el hecho que todos hemos experimentado en base al cual, cualquiera podía osar hacerse rico, no sólo no era cierto, sino que incluso era peligroso. Y lo era simple y llanamente porque los poseedores del Capital, esto es aquellos que siempre han sido rico, tienen muy claro el concepto básico según el cual uno no es poderoso en base al dinero que es capaz de abarcar; sino que la relación de poder se establece en base a la diferencia que tu riqueza te proporciona respecto de los que te rodean. Y como el Capital es finito, sobra con una pequeña concepción matemática para comprender que, si somos más a repartir, el pedazo de pastel al que tocamos se ve específicamente recortado. Y eso es algo que no están dispuestos a tolerar.

Pero se encuentran con un pequeño problema. Algo que incluso Engels ya visualizó claramente, y definió con franca precisión: “…llegados a este punto, tenemos un escenario en el que la consolidación en el proletariado de la concepción de que el acceso a los Medios de Producción es libre; acabará por elaborar un nuevo aspecto social en base al cual, cualquiera tendré acceso a la posesión de estos Medios, rompiendo con ello el estado de alienación en el que el proletariado vive inmerso, en base al cual soporta las injusticias de orden natural que subyacen al Capitalismo, sustentándolo.”

En esencia, lo que queda así puesto de manifiesto, es la Nueva Injusticia Capitalista. Ese nuevo Sistema en que la aparente superación de los antiguos vestigios, no hace sino cubrir con su sombra el avance tenebroso de las nuevas hordas que vienen a retroalimentar por enésima vez a los ejércitos del bien y del mal en esa eterna batalla que es la Dialéctica Social, en medio de cuyo fragor surge la energía que mueve el mundo.

Dada esta perspectiva, en la que parece que los protagonistas de la novela llamada Crisis, no son sino viejos conocidos, resulta imprescindible aceptar que tiene que haber algo nuevo, algo que se nos escapa…

Y en medio de este desaguisado, los Promotores de la Crisis observan. Sintiendo la embriaguez que produce la Ambrosía. Experimentando parecidos si no los mismos sentimientos que los Dioses Griegos tenían en el Olimpo mientras observaban los avatares de los simples mortales; interviniendo a veces, de forma más o menos sutil, siempre que los humanos osaban hacer uso de su aparente albedrío, reordenando con ello las cosas cuando su libre discurrir no les era totalmente beneficioso.

Porque en esencia, y siempre a mi humilde entender, la presente no es sino un episodio más de esa larga novela que llevamos viviendo desde que los nuevos sistemas de poder sustituyeron a mediados del pasado siglo, las armas mecánicas y químicas de destrucción masiva, por otras mucho más sutiles, pero cuyos efectos son si cabe más destructivos, y lo que es peor, se extienden mucho más en el tiempo. definitiva, el panorama se parece bastante al que los ciudadanos griegos sufrían en el momento en que habían de aceptar, y además de buen grado, el hecho de que su vida transcurría realmente en base a seguir fielmente el trazo que los hilos trazados por otros, iban marcando para su devenir.

Llegados a este punto, sólo queda haceros una confesión personal. ¿Os imagináis lo que supondría aceptar la posibilidad de que esto, en realidad está pasando de verdad.? ¿Cómo podríamos encajar la posibilidad de que todo esto no sea en realidad un hilo más de una urdimbre mucho más compleja.?

Porque en esencia, señores capitalistas, todo lo que estamos experimentando y sufriendo, es parte de un plan preconcebido en el que igualmente todo, incluido el número de bajas, está perfectamente calculado….¿O no es así.?

Luis Jonás VEGAS VELASCO

JULIO DE 2010.

martes, 8 de junio de 2010

SOBRE ENCUESTAS, ESTADÍSTICAS, Y ESTUDIOS DE VOTO.


Resulta cuando menos preocupante, que los aparentes estados de amnesia que hasta el momento parecían sufrir tan sólo nuestros políticos, hayan acabado por afectar también, si no en mayor medida incluso, al común de los mortales que al menos hasta ayer cubríamos la faz de este mundo, y de esta España; consolidando con ello la certeza de que, efectivamente, a día de hoy tenemos un verdadero problema.

Y es que, algunos pensábamos que esa capacidad de abstracción que nos permitía comprender sin ningún género de dudas que, efectivamente, tal y como todos sabíamos, la mayoría de nuestros representantes no vivían en el mundo real; baste para ello analizar algunas de las declaraciones que se han vertido durante la reciente campaña electoral; han acabado lamentablemente por “infectar” de manera tan eficaz como lamentable a algunos de nuestros comunes, tanto como mortales.

Los Gobiernos de izquierda tienen como misión repartir (siguiendo criterios sociales) la riqueza que generan los de derechas. Así reza una máxima formulada por un famoso politólogo francés del pasado siglo. Dentro de la incuestionable certeza de la misma, y sin entrar en demasiadas profundidades en discusión de las formas y de los fondos, sino más bien por aquello de contextualizarla dentro de nuestra línea argumental: ¿Cómo demonios se puede entender que de una Europa eminentemente obrera, y dentro de la que sin duda es la mayor crisis económica de la que el Sistema (no lo olvidemos Capitalista) tiene constancia, desbarre hacia la Derecha.?

Europa no puede permitirse el lujo, y España menos todavía, de volver a confiar, o mejor dicho de poner sus designios políticos y por ende económicos, en manos de una derecha ideológicamente cavernaria que, económicamente sigue apostando por un sistema, el capitalista, que acaba de manifestar no ya solo sus debilidades, sino principalmente la maldad implícita que le es propia. Así, a partir de abstracciones que disfrazan tras enrevesados términos como “especulación”, no hacen sino desarrollar un sistema que requiere para su supervivencia, de planteamientos “infinitos”, a desarrollar en una realidad “finita”. ¿Cómo salvar éste pequeño inconveniente?, Fácil, gracias al tan traído por todos y por pocos comprendido concepto de la “especulación”, generamos la ilusión de que existen realmente los duros a cuatro pesetas, de manera que siempre se queden los mismos con la peseta que sobra.

Por ello, una vez más, y van tres desde la muerte del Dictador, España ha hablado, y lo ha hecho con voz clara que no alta, ya que el elevado nivel de la abstención le ha quitado intensidad al vocerío. De nuevo nos echamos en manos del gestor, del economista, aunque para ello debamos inexorablemente de desacreditar al político.

La Derecha es, sin lugar a dudas, mejor gestora de capitales. De igual manera a la izquierda le queda, de forma clara, reparar los jirones en los que el excesivo realismo del Capital deja convertidos los sueños propios de la utopía. Sin embargo, será responsabilidad de todos estar muy atentos del precio que en esta ocasión habremos de pagarles a esos gestores de pacotilla los cuales, no lo olvidemos, no hacen sino jugar a salvadores de una patria cuya existencia, no lo olvidemos, deben y debemos a una Historia que no se gestó a golpe de calculadora y letra de cambio, sino de sueños y convicciones de que una España y una Europa enteramente sociales, eran posibles.

Luis Jonás VEGAS VELASCO
JUNIO DE 2010.

miércoles, 21 de abril de 2010

SÓLO EL PENITENTE PASARÁ.


Así reza, de forma clara y, tal y como le ocurre a la mayoría de las cosas que hechas por el hombre lo están con verdadero sentido, ganando fuerza e incluso poniéndose de actualidad a cada minuto que pasa.


A las “Crónicas de San Anselmo” les pasó, como a muchas de las obras que esperaban para ocupar su lugar en el catálogo de obras canónicas de una Religión, en este caso la Católica, que no pasaron el corte. El motivo aducido en este caso fue un tanto futil, y como en tantos otros casos, retorcido por lo iracundo del ataque a la Ciencia que velaba: “ Su supuesta alusión a las claves para encontrar el Grial, con la sangre de Cristo Nuestro Señor las convierten en poco menos que en ignominiosas.” Ese fue poco más o menos el veredicto que la obra de Anselmo recibió, a la vez que por poco ve peligrar su canonización, a lo largo de aquél largo, larguísimo proceso que finalizó con la conformación definitiva de eso, del Catálogo Oficial de Obras que conforman con permiso episcopal las referencias válidas a la Vida y Obras de Jesús.


En definitiva, aquella mañana en la que el Concilio entró en la Capilla Sixtina para comprobar cuales eran los ejemplares que, según la voluntad de Dios, a quien no lo olvidemos habían decidido encomendar la misión, seguían sobre la mesa. Y claro, como era de suponer el libro de San Anselmo no estaba entre los escogidos a mantenerse sobre la mesa. Es mas, algunos pensamos que si hubiera cabido la menor posibilidad de ver por una rendija cómo había tenido lugar el presunto “milagro”, habríamos comprobado sin el menor lugar para el sonrojo, que era uno de los primeros en caer.


Y hoy, no ya las “Crónicas de San Anselmo”, sino más bien de nuevo los métodos de la Iglesia Católica son los que nos traen a colación de nuevo la necesidad de cuestionar no ya los procedimientos, sino incluso la génesis de una estructura que, no lo olvidemos está creada por hombres, para gobernar a los hombres, guiada eso sí por procedimientos sacrosantos cuando no divinos.


La excusa de que la Iglesia es falible en tanto que hecha por los hombres, pero infalible en tanto que guiada por Dios, es un razonamiento que ya clama al cielo, en todas sus concepciones. La actitud goyesca, cuando no ya de absoluto desprecio mostrada no por sus dirigentes, de los que semejante actitud es predecible, sino ya incluso por algunos cuya posición en sus escalas jerárquicas les hace ser poco menos que el último “mono de la canasta”, convierte la actual situación que vivimos con la Iglesia no ya sólo en insoportable, sino en realmente peligros.


Debemos ser inflexibles con el Pecado, y piadosos con el Pecador.” Esa ha sido la única manifestación pública que hasta el momento ha brindado en público su máximo responsable, Benedicto XVI. Es curioso como funciona la Historia. Por eso arrojásteis lejos a San Anselmo, porque trece siglos después seguís sin tener claro eso, “Que sólo el penitente pasará.”



Luis Jonás VEGAS

ABRIL DE 2010.

viernes, 16 de abril de 2010

MARTES Y 13, DE LA SUPERSTICIÓN AL PRESENTE, PASANDO POR EL PÁNICO DE LA IGLESIA.


Nos enfrentamos hoy, un día más, a uno de los hechos más curiosos a los que el Ser Humano hace referencia cuando a menudo renuncia a priori a su condición de sujeto pensante por excelencia, para retroceder en el tiempo y en la evolución de su cerebro y dar así más importancia al Córtex cerebral, haciendo que afloren los instintos, retrocediendo con ello a las interpretaciones instintivas; retrocediendo con ello de nuevo a la mitología, para volver en este caso del Logos, al Mito.

En uno de estos giros maravillosos del Destino, quedaron unidos para siempre Ciencia, Mitología, Azar y en una palabra la mayoría de aspectos importantes que mantienen unidos al Ser Humano. La causa, como casi siempre, la búsqueda de respuestas; el hilo conductor Nicolás Copérnico.

La muerte de Nicolás Copérnico, acaecida en 1543, no iba, por más que así lo pretendieran en principio los miembros del Colegio Cardenalicio, a dejar tranquila a la Iglesia Católica.

Tal y como dejó sentenciado a sus editores, a partir de 1544, esto es, un año después de su muerte, sus editores publican:” De revolutionibus orbium coelestium” La obra genial en la que se concentran 25 años de intenso trabajo investigador, y en la que se pone a prueba la maravillosa teoría Heliocéntrica. Aquella en base a la cual el Sol y no la Tierra es el Centro del Sistema Solar.

Por más que el Papa Pablo III pusiera el grito en el cielo, máxime cuando la Iglesia tenía en ciernes su Concilio, que sería el Concilio de Trento, aquél en el que a la sazón la Iglesia Católica impone el Dogma como elemento imprescindible sin la aceptación del cual no es posible decirse miembro de su Iglesia, les pasa desapercibido una pequeña obra “El ARRS INDÖMITA”. (EL ASTRO INDOMABLE”, en el cual COPÉRNICO habla por primera vez de la existencia de Cuerpos Celestes Errantes, a modo de la concepción del Cielo Griego, los cuales podrían irrumpir en las trayectorias de los planetas.

No contento con eso, fija para el MARTES Y TRECE DE OCTUBRE DE 1582 LA FECHA EN LA QUE UNO DE ESOS CUERPOS CAERÁ EN LA TIERRA CAUSANDO LA DESAPARECIÓN DE TODA FORMA DE VIDA SOBRE LA FAZ DE LA TIERRA.

Del libro apenas se imprimen 100 ejemplares, los cuales lo son en papiro, a fin de que cualquiera que sea atrapado por la Inquisición en poder de un ejemplar, pueda hacerlo desaparecer con facilidad, incluso comiéndoselo si es perentóreo.

La Iglesia no mide bien las consecuencias de esa obra hasta que alguien en el seno del Vaticano pone en evidencia la cuestión. “Si el Astro errante es la voluntad de Dios, esta en contradicción consigo misma ya que entonces, si la obra directa de Dios va a matar a todos los hombres. ¿Qué sentido tiene entonces el Santo Temor de Dios inspirado en el “Juicio Final”, si al final todos pereceremos bajo la misma mano.?

Las consecuencias son así terribles. Si al final resultase que nada ni nadie puede salvar al Hombre, es cual estaría condenado según la voluntad de Dios a defenestrar bajo su dedo, la anarquía podría adueñarse de Europa y por ende del Mundo Conocido, a la vez que haría verdaderamente ingobernables para los intereses de la Iglesia los años que quedaban hasta ese fatídico martes 13 de octubre de 1582.

Para ese momento, la máquina de la Inquisición, brazo armado de la Iglesia, ya había desplegado por Europa su red, a la búsqueda del fatídico libro. A la muerte de Pablo III se habían recuperado 83 ejemplares. Pero al enterarse Pio V de la Historia tras su nombramiento, por 1566, todavía quedaban 3 ejemplares fuera del control de la Iglesia.

En mitad de estas tensiones, y con la propias de los sucesivos fracasos del Concilio de Trento, un joven Dominico Holandés, con formación doctrinal obtenida entre otras en la Universidad de Salamanca, solicita autorización para desarrollar una investigación en la Biblioteca Pontificia. Sus magníficas credenciales le franquean el paso de tan ingente lugar.

Otto Van-Stieger, que es el nombre del joven fraile, solicita audiencia con el Papa Gregorio, el cual ve la posibilidad de celebrar una charla docta con un erudito. Pero los planes no salen como él imagina.

Van Stiegger le informa de que él es el último poseedor vivo de un ejemplar del “Arrs Indómita.”. Así mismo pone a Gregorio al Corriente de que es netamente conocedor de las repercusiones que tendría para el poder terrenal de la Iglesia la caída en malas manos de aquella obra, por ejemplo en las de luteranos o cualquiera de los otros grupos reformistas.

Preguntado por la situación de aquel último ejemplar, responde que la mejor forma de esconder un árbol, es ocultándolo en un bosque. Así, el libro ha quedado escondido entre la multitud de documentos que pueblan la biblioteca Vaticana, lejos de ojos indiscretos, pero siempre a su disposición.

Nada más trasciende de aquella conversación. Tan sólo que el joven holandés es nombrado Primado de Florencia, una de las sedes más ricas de la Iglesia, donde pasará a llevar una vida de desenfreno. Esta terminará de forma violenta cuando acaba con sus huesos y los de la ramera que le acompañaba bajo las patas de los caballos de un destacamento de su propoa guardia.

Solucionado aquél contratiempo, sólo queda la pregunta de qué hacer con el dichoso martes trece de octubre de 1582. “Si pudiésemos hacerlo desaparecer” es el clamor del Carmalengo del Papa Gregorio. Pues dicho y hecho,para eso soy el Papa, y estoy en pleno Concilio.

Si observáis con atención, el paso del Calendario Juliano al Gregoriano, fruto también del Concilio de Trento, hace que se pase del “Jueves juliano, 4 de octubre, al viernes gregoriano, 16 de octubre, de 1582.”

Así, no sólo se libraron del molesto martes y trece, sino que le dieron al “ARRS INDÓMITA dos días de margen, por si acaso Dios tenía atrasado su reloj.

Luis Jonás VEGAS VELASCO.

ABRIL DE DOS MIL DIEZ.

martes, 6 de abril de 2010

LA IGLESIA ANTE SU PRESENTE.


El presente artículo viene a demostrar, una vez más, que el paso del tiempo es a menudo el ilusorio sustituto del progreso. La causa es evidente, y se pone de manifiesto si cabe de manera más cristalina en estos días, los cuales son o deberían ser de supuesto recogimiento para aquellos que dicen creer en lo que predican, así como para aquellos que debería a su vez predicar con el ejemplo.



A menudo resulta llamativo comprobar como resulta mucho más productivo escuchar que contar, oir que decir. Si bien es cierto que cuando habla, uno sólo dice lo que sabe, cuando se escucha se corre el riesgo de aprender algo. Si bien este aforismo, por ser estéticamente apreciable, no resulta siempre verosímil; así en el caso de la Iglesia Católica se cumple sólo a medias ya que si bien basta con escucharles para aprender, concretamente lo que no hay que hacer, resulta igualmente cierto comprobar como ellos solos se encargan de desacreditarse al hacer realmente complicado el dotarles de cualquier género de verosimilitud en lo que concierne a sus juicios, y por encima de todo a sus argumentos. Creo poder afirmar que, una vez más, se les ve flojos en materia de argumentación, sin duda por la falta de práctica.

¿Es realmente posible un distanciamiento mayor de la realidad.? ¿De verdad se creen no todo sino algo de lo que “predican”.? O es que en realidad la pertenencia a la metafísica de sus considerandos ¿Les autoriza para expresarse de forma tan autoritaria hacia la realidad manteniendo a la vez tan alto nivel de asepsia hacia la misma.?. Porque lo cierto es que a veces parece que les viene bien vivir al margen no de la verdad, sino de la realidad. Entonces surge la cuestión: ¿Ese distanciamiento es accidental, o por el contrario forma parte de una estrategia perfectamente diseñada.? Evidentemente, yo creo que la Iglesia Católica ha demostrado en sobradas ocasiones que no deja nada a la improvisación, por lo que nos atrevemos a afirmar que ese distanciamiento respecto de la realidad, que no directamente de la verdad, les faculta realmente para mantenerse operativos en su condición de “dispensadores de tranquilidad espiritual”, porque a eso han quedado reducidos, por no decir a vulgarmente a meros sanadores de almas, que no de espíritus. Resulta evidente tan sólo con mirar, o en este caso con escuchar, para comprobar como la lucha de la Iglesia, lucha ejecutada a base de las armas que aporta el dogma, y en perpetua alianza con la ignorancia, resulta cada vez menos fructífera a medida que se enfrenta con la Ciencia, la cual hace gala de la duda procedimental como arma, caminando de la mano de una cada vez más fortalecida Sociedad del Conocimiento.

En definitiva, y como respuesta a la incógnita de si puede la Iglesia dispensar Moral, entrando en competencia con la axiología, o en cualquier caso disputando certezas a la Filosofía, resultan sobradamente respondidas en base a los bochornosos espectáculos a los que últimamente nos tiene acostumbrados la Iglesia, bien a través de las manifestaciones de sus líderes locales, como puede ser el caso de la lamentable campaña auspiciada por el Sr. Camino, o por las circunstancias promovidas en otro género de actos, como los manifestados por el propio Benedicto XVI.

En definitiva, no olvidéis aquello de “haced siempre lo que yo os digo, pero guardaros de hacer aquello que yo hago.”

Luís Jonás VEGAS

marzo de 2009

martes, 16 de marzo de 2010

OTRO HOMENAJE A DELIBES,

CASTILLA, DEL PASADO REVOLUCIONARIO, AL PRESENTE REACCIONARIO, PASANDO POR DELIBES.


No ha sido por descuido, nada lo es en realidad, que tardemos tanto en unirnos desde estas humildes líneas, al más que merecido homenaje que se le ha atribuido al recientemente fallecido Miguel DELIBES.


Si en realidad hemos tardado tanto, aparentemente más de lo que la mayoría consideraría convenientemente, ha sido porque, como en el caso de un río, el tiempo, y los aportes de los afluentes, son los que acaban por darle consistencia al mismo, viniendo a colación la paradoja de que, como en el caso de los Hombres, al menos en el terreno cerebral, es precisamente cuando se llega a la desembocadura, es cuando más rico y fuerte se encuentra, siendo por ello más río, o tal vez más Hombre.


Y así, pasados tan solo unos pocos días, pero eso sí, una vez que el ruido de los palmeros ha cesado, es que ahora sí, quiero aplaudir en la distancia, y por supuesto desde la proximidad del tiempo, la obra de vida que escribió DELIBES.

Y digo a propósito desde la proximidad del tiempo porque, a mi entender, los tiempos de Miguel, no se han alejado tanto de los actuales; tal vez porque como se ha demostrado, el mero paso del Tiempo no asegura progreso, o lo que es peor, al darse sólo en el Ser Humano, la experiencia, por sí sola, no garantiza aprendizaje.


Si a alguien le queda todavía duda de lo que digo, diré, a modo de contextualización que, para mucha gente, la imagen que se les viene a la cabeza no es otra que la otro mago, en este caso de la interpretación; la de Paco RABAL, en el papel que este bordó en la adaptación que para el cine se hizo de aquella radiografía que de España fue “Los Santos Inocentes.”

Porque qué duda cabe, para muchos de aquellos españoles que fueron víctima de algo más que del analfabetismo funcional al que me refería el otro día; la única manera que tuvieron de degustar los dellicatessens que DELIBES nos regalaba, fue a través de la labor cultural que por aquel tiempo hizo Televisión Española.


Y es que, qué duda cabe, la imagen de Azarías, Corriendo con su pata renca, cojo por el disparo que le había “regalado” el señorito, es la imagen qué, como digo, tienen en su cabeza la mayoría de los españoles pertenecientes a aquella generación retratada por la obra.

En mi caso, la imagen que me hiela la sangre, y que todavía tiene el poder de soliviantarme, es la de Azarías corriendo para abrir el portón al Señorito, cuando éste, desde el coche, hace sonar insistentemente el claxon de su coche.


Así, una vez que los palmeros han cesado su obra, nos queda la de aquellos políticos que, no debemos olvidarlo, siguen poblando y dirigiendo los destinos de Castilla los cuales, no han tenido ningún escrúpulo en pedirle a su secretaria que les sacara de Internet alguna reseña del autor, más que nada para tener algo de lo que hablar en la Cafetería de Valladolid, de ese mismo Valladolid que ha visto morir al Autor.


Estoy seguro de que, si tienen el valor de profundizar en su bibliografía, sentirán un cierto hormigueo en la espalda en el momento en que comprueben, tal vez con la sorpresa que proporciona la hipocresía, que su lugar en la escena está, sí, precisamente sentados al volante del coche al que hay que abrir la puerta; o tal vez, otra vez, detrás de una escopeta, matando palomas que habrán de ser recogidas por otro renco.


Y así, con estas palabras, explico las anteriores en las que decía que el presente y el pasado, en el caso de Castilla, discurren de manera difusa, pisando una delgada línea, la que separa a aquellos que echan de menos las cacerías, las escopetas, las chaquetas de pana y por qué no decirlo, poder fusilar a algún rojo de vez en cuando; de aquellos que, desde la perspectiva que nos da la distancia en el tiempo, preferimos aportar por la diversidad de una Castilla que, una vez más, como precursora de España, se atreva a apostar definitivamente por el progreso, que es la versión del futuro en la que hace falta trabajar para recoger los frutos.


Luis Jonás VEGAS VELASCO

MARZO DE 2010.